Blogia

emigarcia

REVISTA EDUCATIVA

 REVISTA EDUCATIVA: 

 ARTÍCULO:

              En la realización del trabajo de campo, tuve la oportunidad de visitar la escuela "Emilia H. de Toro" Nº 1-437, ubicada en la zona urbana de Tupungato. Esta escuela siempre se caracterizó por la elevada matrícula que presenta, se estiman anualmente alrededor de novecientos alumnos. Concurren a la misma, chicos de zonas rurales, los cuales suelen llegar desde muy lejos. Es una zona productiva, con gente sencilla y humilde que generalmente trabaja al día.

              La escuela presenta una infraestructura adecuada y cómoda para personal docente, no docente y alumnos; cuenta con quince aulas, una cocina, sala de informática, dirección: a cargo de la Sra. Ana María Juri y la Sra. María Scaco, sala de docentes. Además del amplio patio y los baños. Hay veintiocho maestras de grados, además de los especiales, Educación Física, Manualidades, Música, Teatro e Inglés.

              Cabe destacar la importancia de los proyectos de la institución, como por ejemplo el de "Maratón de lectura", con un tiempo de duración de un semestre. Los alumnos son esperados en la puerta de entrada, por docentes de turno, semanalmente a cargo, tienen asignada cada una un sector a su cuidado, incluídos los baños. Al toque del timbre son saludados por el directivo, secretario o decente de mayor antigüedad. Con cariño después del saludo se les dan recomendaciones referidos al aprendizaje, las normas de convivencia y otras.

              La señorita Silvina Ñañez a cargo de primer grado de E.G.B. 1 inicia cada clase activando los saberes previos de los alumnos, los motiva a que participen en la conversación o diálogos propuestos. En la motivación, cumple con el propósito de la misma, ya que los induce muy bien, provocando entusiasmo y curiosidad por los nuevos contenidos. Es estricta en el proceso de la enseñanza. Durante el desarrollo de la clase responde a la planificación, pero no a la estructura, tiene en cuenta los intereses de los niños, utiliza su carpeta con el paquete de actividades para llevar un orden de enseñanza-aprendizaje. Regula los tiempos dedicando más horas a Lengua y Matemática.

             Cabe aclarar que es grupo homogéneo donde todos trabajan. La maestra posee poder de convocatoria y ha logrado que las familias acopmañen el aprendizaje de sus hijos, prepara tareas especiales según el nivel de conceptualización que presenta cada alumno más rápido, con el uso de fichas, la lectura de libros, cuentos, que se encuentran en la biblioteca áulica. Todos los dias los alumnos reciben la copa de leche, cada uno posee su mantel y taza. Cantan y bendicen los alimentos. Son muy participativos con conocimientos amplios, respetuosos y cariñosos. Demuestran prolijidad, creatividad, responsabilidad e interés por cada tarea que se les propone.

             Los recreos son dos, de quince minutos cada uno y al finalizar forman frente a la puerta del curso con su maestra y entran ordenadamente. A la hora de la salida, un grupo sale por un portón y la mitad por el otro.

             Con esta observación de solo tres días, pude reafirmar mi vocación por la docencia, esta experiencia me permitió estar en contacto con los alumnos y sentir el cariño tan especial que ellos brindan. Es una responsabilidad enorme ser maestra y estar fente a un curso, porque la educación es muy importante en la vida e indispensable para el futuro de cada niño.  

               

PRÁCTICA E INVESTIGACIÓN EDUCATIVA II

 

MARÍA EMILIA GARCÍA

 

PROFESORADO EGB 1 Y 2

 

AÑO 2006

 

 

 

 

 

 

UN COFRE DE RECUERDOS

Comenzar a relatar mi infancia es volver a recordar los gratos momentos que de niña viví, así también hubieron malos. Es encontrar la llave de un cofre guardado, lleno de emociones, sueños, tristezas. Comienzo por dar vuelta esta llave, abrirlo y encontrarme entre mi numerosa familia.

Mi padre, además ser muy culto, es un fanático político y se dedica a la agricultura, siempre preocupado por las tormentas de verano. Mi madre, docente, recibida a los dieciséis años, apresurada todo el día por los quehaceres de la casa para luego salir hacia la escuela y dejarnos al cuidado de mi tía Andrea, su hermana. Una tía a quien quiero como una madre, ya que me cuidó desde los cuatro meses y que solía rescatarme de las travesuras a las que me sometía mi hermano, por ejemplo Cristian, un día clavó las puntas de mis dedos en una madera. Era gran trabajo para ella cuidar de cinco sobrinos, sí somos cinco hermanos. A enumerar: la más grande, Alejandra, inteligente, nos ayudaba  en nuestras tareas escolares. Fabricio, el gracioso de la casa. Cristian el más travieso, jugando al mecánico, armando y desarmando lo que encontraba. Después sigo yo, soñadora, sociable, tal vez un poco inocente, pero dispuesta siempre al juego. Por último la chiquita y la mimada de la familia, Ibel, con sus llamativos cabellos rubios y deslumbrantes ojos del color del tiempo. Cuidábamos todos de ella como si fuese una muñeca.

Nuestros días eran felices, ayudábamos a mamá en las tareas de la casa. Cada día de la semana cada uno tenía una tarea designada ¡ y ojo si no lo hacíamos!.

Me agradaba concurrir a clases, estar con mis compañeras, jugar con ellas y debía portarme bien ya que mamá trabajaba allí. En 1º grado me gustaba pintar todas las tareas, pero la “Seño” no era muy afectuosa y no recibía muchos elogios por parte de ella, pero yo sabía que tenía un lindo cuaderno.

Cuando pasé a 2º grado, leía muy bien, perseguía a todos en mi casa para demostrar mis habilidades de lectora. La verdad que los cansaba, pero igual seguía insistiendo. Ese año, recuerdo a mis hermanos gritar ¡Maradó.. Maradó!, no entendía bien lo que pasaba, pero disfrutaba compartir esos momentos del mundial con mi familia. Así nació mi afición por los deportes.

Cuando llegué a 3º grado me preocupaba mi relación con la maestra porque ella muy seria, nos daba unos minutos de relajación después de cada recreo, pero en mí no se producía ningún cambio.

Mamá tomó titularidad en la Escuela Toro de Tupungato, por lo debimos dejar la Escuela Compañía de María y trasladarnos con mi madre, a pesar de sentir mucho de dejar mis compañeros.

Entonces 4º grado lo comencé en la nueva escuela y gracias a mi querida maestra Graciela, puede adaptarme rápidamente a mi nuevo lugar. Al llegar a fin de año se consolidó mi grupo de amigas y pasamos a ser las elegidas del curso, según el apodo de nuestros compañeros que jocosamente nos colocaron.

Cuando tenía diez años disfrutaba más jugar afuera con mis amigos y vecinos, sobretodo en el verano cuando teníamos deberes que hacer. Mi juego preferido era andar en bicicleta, el fútbol y otros juegos. Para fútbol formábamos dos equipos y mi hermano me elegía siempre para el arco.

Cuando nuestros padres nos llamaban para entrar a la casa era una decepción, pero al otro día seguro que todo comenzaba de nuevo. Para esta época comentaba con mis amigas del algún chico que nos gustaba o nos molestaba. Nuestros gustos comenzaron a cambiar, ya no queríamos mochilas con dibujitos, ni peinados de niña.

Mi Señorita se llamaba Liliana, muy moderna, observábamos su vestimenta y sus labios pintados de colores fuertes, era delicada y estricta.

Al llegar una tarde a mi casa, mis padres pensaban en la mudanza. Una tristeza invadía mi corazón al tener que dejar la casa y el barrio donde fui tan feliz. En esa casa alquilábamos y nos mudamos a nuestra casa propia, la cual me gustó mucho porque era cómoda y grande.

En nuestro nuevo barrio tuve que relacionarme con nuevos vecinos, quienes se transformaron en buenos amigos.

Cuando se acercaban las vacaciones emprendíamos viaje a nuestra finca “La Pampa”, donde pasábamos momentos maravillosos, nos divertíamos mucho junto a mis hermanos: andábamos a caballo, le dábamos de comer a los animales, hacíamos casas en los árboles, jugábamos en los arroyos, pescábamos con papá en el estanque, juntábamos frutas, participábamos de las cosechas, ordeñábamos vacas.

Mamá nos hacía un delicioso arroz con leche, dulce casero, pan casero y un café con leche inolvidable. Adorábamos aquel lugar, en el cual fuimos felices.

Al regresar a casa, comenzaban los preparativos para el inicio del nuevo año escolar. Entrar a 6º grado fue una linda etapa, las tizas y borradores, iban y venían. Hasta que la maestra colocaba orden de inmediato y todo se acababa. Ese año descubrí mi pasión por el hándobol especialmente y me convertí en una gran jugadora. Me animé a soñar porque todo dependía de mi fuerza y mi vocación, fue así que llegué a ser jugadora del Seleccionado Mendocino de Hándbol.

 

 

 

En el camino me encontré con tropiezos y desilusiones, pero nunca dejé de luchar. Además ese mismo año fui Segunda Escolta de la Bandera de Ceremonia, lo cual fue una gran recompensa a todo mi esfuerzo y dedicación al estudio, como así también fue un orgullo para mi familia. Disfruté con gran felicidad de los actos y desfiles en los cuales representé a mi escuela.

En 7º grado, el último año de la primaria, me entristecía pensar que mi grupo de amigas se separaría. Fue difícil dejar la bandera que acompañé con tanto orgullo. A la vez estaba ansiosa por saber como sería el colegio secundario.

Pasó el año en el acto final, festejamos y lloramos porque a partir de allí comenzarían muchos cambios, dejábamos la niñez para entrar a la adolescencia.

Así concluí mi primaria, por eso cada vez que miro hacia atrás, siento nostalgia de los momentos que viví y un gran orgullo porque siempre  me animé a soñar, a disfrutar, a esforzarme y a luchar cada día para vencer cualquier obstáculo o cualquier motivo de tristeza y miedo. Vencí los temores que a veces se apoderaron de mis esperanzas. Sólo vivimos una vez, por lo que debemos vivir lo mejor posible.

Ahora cierro el cofre de todas estas emociones, con la misma llave, pero la dejo bien cerca para revivir esa etapa que sin duda fue la más feliz e inocente.

 

 

María Emilia García

 

ANÁLISIS:

La infancia:

  • Llena de emociones, tristezas, sueños
  • Inocente
  • Niña sociable, amante de los juegos y las travesuras
  • Aficionada por los deportes
  • Juegos con amigas: soga, escondida, muñecas, bicicletas
  • Momentos maravillosos junto a mis hermanos en nuestra finca: los arroyos, casas en los árboles, cosechas, caballos...
  • Desiluciones, luchas, nostalgias
  • Miedos, esperanzas            

 

Alumno: 

  • Buena alumna y lectora
  • Querida por compañeros y maestras
  • Predisposición para el aprendizaje
  • Felicidad por las calificaciones
  • Igualdad entre alumnos
  • Solidaria, dedicada
  • Educación Física: handball
  • Respeto por símbolos patrios (segunda escolta)
  • Recreos divertidos

Interacción:

  • Maestra seria, exigente
  • Maestra cariñosa, comprensiva, dulce, carismática
  • Contención
  • Actos escolares y desfiles
  • Viajes escolares

Contenido Escolar

  • Juegos
  • Libertad
  • Leer, escribir, Matemática, Lengua
  • Símbolos patrios
  • Solidaridad
  • Deportes
     

     ANÁLISIS: "MUNDO MÀGICO"

          Quiero destacar lo importante que es la etapa de la infancia, porque sin duda es la más inocente, llena de emociones y tristezas. Se empieza a luchar, a compartir, a vivir momentos inolvidables junto a nuestos afectos. Es la etapa de cambios, de responsabilidades y cumlipiento que asociada a la escuela se convierten en esperanzas para emprender un soñado futuro. La escuela deja marcas, los mejores recuerdos de maestras, compañeros, juegos, por los tiempos hermosos, el aprendijzaje, que quedarán siempre en el corazón.  

 

 

PresentaciĆ³n

Presentación

SOY EMI, TENGO 25 AÑO Y VIVO EN TUPUNGATO, ESTUDIO EGB1 Y 2, ME SIENTO

FELIZ DE SABER QUE SERÉ EDUCADORA DE NIÑOS A LOS CUALES TRANSIMITIRÉ

ENSEÑANZAS Y CARIÑO. CONTECTATE CONMIGO.